viernes, 25 de septiembre de 2015

El viento




Así el viento que nos unió sea también el que nos separe, el que se lleve nuestras voces, nuestras sombras y sueños.
Que sea él el que esparza nuestros restos sobre los mares en los que solíamos naufragar, más por miedo a las historias que por los monstruos que había en ellos.
Que no vuelva a soplar jamás en nuestro favor, pues de las velas solo quedan los huesos, y entre ellos se escapa el mismo tiempo que antes pasaba en tu juego.